martes, mayo 27, 2008

Eterno sufridor

U.- Tienes con quien ir a ver la de Indiana Jones?
V.- Si, con F. (su novio)
U.- Ahm... vale
V.- Creo que ya tiene las entradas y todo. Por eso no te dije nada...



Una buena amiga me dice que no soy yo quien debe comerse la cabeza, sino hacer que sea la otra persona la que lo haga. Y no le falta razón.

Pero yo no puedo evitarlo. Caigo siempre en el doble pensamiento, en ver más allá, en dejarme llevar por lo que me dicta el corazón, mientras la cabeza lo niega todo. De verdad que odio convivir con dos partes tan opuestas la una de la otra!!!

A veces me veo incapaz de callar todo lo que siento, me pregunto a mi mismo si no seré capaz de sincerarme y decirle lo que me hace sentir... Pero entonces llega mi parte racional, y paraliza mi capacidad de iniciativa, argumentando que si de verdad la quiero no puedo ponerle en semejante compromiso. Y vaya si la quiero... Más de lo que ella imagina.

Hace poco, hablando con ella casualmente sobre amores no correspondidos, me dijo que ella prefiere siempre ser la que ama sin ser correspondida, antes que ser amada y no sentir lo mismo, no poder devolver ese sentimiento. Yo nunca me he visto en este ultimo caso, no sé lo que se siente, aunque puedo imaginar que es bastante violento. Mi caso es el primero, y no se lo deseo a nadie, o por lo menos a nadie con una sensibilidad similar a la mia. Soy capaz de ocultar mis sentimientos hasta cierto punto, y lo hago porque nunca me gustó interferir en las relaciones ya formadas. Pero como ya escribí, esto me está poniendo a prueba, y ya no sé hasta donde puedo llegar.

O si...

Sé que lo más a lo que llegaré será a hacerle saber de forma indirecta mis sentimientos, sé que en el último momento me echaré atrás y no haré nada. Porque a mi no me gustaría que me hicieran lo mismo, y lo que no quieras para ti, no lo hagas a los demás, según me enseñaron e intento cumplir.

Ufff de verdad que ahora mismo me cuesta mirar hacia delante, me cuesta ver que de esto sacaré algo positivo en el fondo, me cuesta creer que llegará otra persona, pues en mi vida las ocasiones han brillado por su casi completa ausencia... Y esto no me hará ser más optimista, me conozco. Son demasiados años ya sin novedad en el frente...

El curso acabará, cada uno tomará su camino, y será la única manera de acabar con esto. Hasta entonces, apuro los dias en su compañía, soy consciente de que no volveré a verla con tanta asiduidad nunca más. Con suerte conseguiré quedar a tomar algo de vez en cuando con ella, y poco más. Es lógico.