jueves, febrero 28, 2008

Los trenes perdidos

Más de un mes sin escribir aqui, normalmente sería una buena señal..

Mi ultimo post fue triste por un motivo que no ha llegado a cumplirse. Quizás vendí la piel antes de cazar al oso. No me arrepiento. Tampoco diré nunca jamás, nunca se sabe. Tiempo al tiempo.

En todo este tiempo apenas he parado, dedicado casi exclusivamente a mi gran ilusión: la falla!

Tanto que casi he dejado de "vivir". Con la obsesión de tener un mes de marzo lo más libre posible de compromisos, he dejado de lado otros asuntos, incluidos los que debieran ser más prioritarios.

Pero esta semana, dura para mi, decidí presentar mi candidatura a dos puestos, muy distintos entre si.

Una de ellas en el terreno profesional. Pasé una entrevista y los resultados no fueron buenos. Lección a tener en cuenta, mejor aproximación a la realidad, consciencia de mi insuficiente nivel, consciencia de la dificultad para ubicarme en el terreno de mi formación. No hay caminos de rosas. Cuanto antes caiga del burro, mucho mejor.

La otra candidatura la gestionó mi -hoy maltrecho- corazón, y dejandome llevar por él me dispuse a entrar en un terreno inexplorado, a utilizar las armas que nunca antes usé, seducción natural, sinceridad, franqueza. Resultado: nulo. El puesto estaba ya cubierto. Como siempre en mi vida. La historia se repite, con minimas variaciones, una vez más.

Ufff, prometo escribir algo positivo la próxima vez. Ya toca.