Hay ocasiones en que necesito una explicación a las cosas, y le hago preguntas a la vida, pero no siempre logro entender las respuestas que me da. Son demasiados porqués sin sentido que quedan ahí, lívidos, como flotando en mitad de todo. Y en los días malos, siempre se acuerdan de mi.
No concibo la vida sin buenos momentos, y estos siempre son mejores en buena compañía. Pero si para tener esa grata, deseada compañía, debes convertir tu ocio en exigencia, debes desenvolverte por terrenos desconocidos sin que se note que eres neófito, debes sacrificar tu disfrute y ponerte al servicio de quien luego ha de hacerte sentir el amo del mundo (si es que hay suerte) ....
... entonces, es cuando algo falla ...
... porque me resisto a creer que no haya otro camino para ser feliz
Tal vez soy yo que no veo las cosas tal cual son, pero me siento obligado a transitar por senderos extraños en los que encontraré viajeros de vuelta, que de tanto caminar por ellos no les queda ya resquicio sin explorar. Y me acobardo al pensar en tomar cualquiera de esos senderos porque, entre otras cosas, si lo hiciera no lo estaría haciendo por mí, sino por
el único fin. Y es realmente rastrero, patético.
Siento que no soy nadie, que soy invisible a ojos ajenos, que hay unos valores sin los cuales hoy no es posible sobrevivir en esta jungla urbana. Nunca he sido demasiado rebelde, pero aqui digo
basta.
Odio las imposiciones de la sociedad,
odio que se den por supuestas tantas cosas; O
dio sentirme obligado a conocer restaurantes, a entender de vinos, a hacer regalos por compromiso, a dominar las zonas de marcha de la ciudad, los bares de copas, a coger borracheras, a apuntarse al gimnasio, a visitar parques temáticos dos veces al año, a viajar con frecuencia, a pagar con tarjeta, a pedir préstamos, a vestir a la moda, a ............ en fin, tantas cosas...
Odio esa superficialidad que domina nuestros días, y sin la cual no eres nada...
Yo soy así de RARO, ¿¿alguien no se había enterado aún??
En realidad no lo soy tanto, porque quiero lo mismo que todos: ser feliz. Pero sentir esa obligación no me deja serlo.
Ya lo dije antes: patético.
Le pregunto a la luna pero no sabe darme respuestas. Y las necesito.