viernes, noviembre 26, 2004

Sembrar

Cada día sin descanso
desde lo más profundo
voy repartiendo
pedacitos de ilusión
que en sonrisa se transforman.
De una mano generosa
emprenden un viaje
que no sabe de retornos
sólo saben un camino,
un destino,
una meta.
No sirve mirar atrás
pues las semillas sembradas
no crecen hasta el momento
en que lejos ya se halla
quien allí las dejó.
Mas, lejos de encontrar
el fruto que otros sembraron,
lo que halla sólo es
maleza por despejar,
el fruto de la desidia
que germinó sin remedio.
Pero al mirar al cielo
un mensaje se escribió
con las nubes juguetonas,
y en un blanco de marfil
la esperanza se dibuja:
Sembrar hoy
para recoger mañana.

martes, noviembre 23, 2004

Aprendiz de tantas cosas

Hay veces en que el pensamiento saca a la luz sus bellas alas y emprende un trayecto hacia el sendero de la verdad. No debo hacer nada especial para que ocurra, tan sólo dejar que las cosas fluyan por sí mismas. Así, me convierto en observador de todo cuanto me rodea, y entonces las respuestas a mis preguntas se posan suavemente sobre mi hombro. Logro encajar nuevas piezas del puzzle que me regalaron al nacer, y al que todavía le quedan muchas otras por colocar.

Se hace el silencio, la mirada se pierde, el cuerpo reacciona como por instinto... y en pocos segundos, aquello que parecía un túnel sin salida, se va iluminando hasta no dejar rastro alguno de lo que fueron dudas, pesares, incertidumbre. Una nueva pieza encajó en el puzzle de la vida.

sábado, noviembre 20, 2004

Flechazo

Recuerdo una vez en que una mujer de edad ya avanzada me vaticinó mucha suerte en la vida. No era vidente ni nada de eso, era una vecina de la zona en la que pasabamos las vacaciones hace unos años. Lo recuerdo bien porque en ese momento decidí que tenía que averiguar si aquello que me dijo la mujer iba a ser cierto. Hay días en que pienso que sí, como hoy.

Me encontraba trabajando, en un momento en el que -cosa rara- no tenía nada que hacer. Descansaba, cuando de repente oí una voz que me pregunta algo. Me giro y ...... ¡¡¡era ELLA!!!
Era mi ángel ..........

Resultó ser un ángel parlante, pero eso no impidió que la entendiese bien. Es algo más joven de lo que había intuído, pero qué importa, es como para derretirse a su lado (y estuve muy cerca, eh.....). Tenía una duda y como yo no hacía nada, pues... Le contesto lo mejor que sé, y un minuto después de nuevo otra duda (ésta la sabía mucho mejor). Resultado: Sonrisa, y pulgar en alto.

Mmmmmmmmmmmmmm...........
Hasta tres pulgares llegó a levantar a lo largo de la tarde, a cada cual me sabía mejor. Aprovechando que lleva menos tiempo que yo, la estuve ayudando en (más de) lo que podía, danzando sobre la línea que delimita el interés excesivo.

Hubiera seguido allí más horas de las que me tocaban, de verdad, pero llegó la hora de salir y tuve que irme. Lo peor es que la semana que viene tengo turno de mañanas......
Nooooooooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!
Yo quiero turno de tardes......... snif :'(

Si supieras mi niña, que es el segundo post en el que tú eres la estrella que guía mi inspiración, uuffffffff..............
Va por tí.

jueves, noviembre 18, 2004

Un nuevo rastro de vida que se escapa...

Mis días de trabajo van a ser más de los previstos, lo cual me tiene especialmente contento, ya que según pasan las jornadas me voy sintiendo mejor y más integrado. Cada obstáculo que se presenta es una prueba superada. Esto ayuda mucho a una autoestima acostumbrada a vagar por los suburbios de la existencia.

Una vez más, esa autoestima volvió a transcurrir por el sendero de las bajas pasiones, justo en el momento en que un ángel cruzó mi camino. De tan hermosa se mostraba, que visionar su presencia llegaba a ser doloroso; su andrógina belleza se ocultaba a ratos tras el muro de las intimidades. Fina y expresiva, me recordó a aquella que luce sus encantos sobre la pasarela, aunque ésta era mucho mejor. Posiblemente vuelva a tener la fortuna (o la desgracia, quien sabe) de volver a ver alterados mis sentidos por semejante presencia, de volver a quedarme en blanco mientras al otro lado del hilo solicitan mi atención. Pero es inútil, la atención ya tiene dueña. Ella no devuelve las miradas, y mis ojos no quieren desprenderse de esos fugaces instantes de bienestar.

Un momento después, un pitido me devuelve a la realidad. Resulta inoportuno, pero alguien me requiere y no puedo dejarlo tirado. Recojo los restos de melancolía que dejé esparcidos por la mesa, mientras me dispongo a escuchar otra historia de vida. Aunque dentro de mí no puedo evitar pensar que una vez más he soñado despierto. Y me pregunto hasta cuando seguiré así, sin unir el valor necesario para convertir ese sueño en real. Me pregunto por qué cuanto más deseable es, más lejano se me antoja y más dañino me resulta. No consigo darme la oportunidad de ser felíz, porque no soy capaz de tomar esa iniciativa, de lanzarme a una piscina sin saber si hay agua. Sé que el premio es enorme, y eso debería bastar para ir tras él, pero no puedo, me bloqueo y no soy capaz. Así es mi realidad.

Ese sueño deberá seguir esperando por si un día decidiera salir en su busca, pero sé que no lo hará eternamente. De momento, éste rastro se escapó como otros... por cobardía.

martes, noviembre 16, 2004

ReTurn tO tHe sTResS sQuAre

Odio que la gente te tome por idiota, se piense que te puede engañar sin que te vayas a dar cuenta. Lástima que es la misma mano que te da de comer, así que no hay negociación posible: Esto es lo que hay, lo tomas o lo dejas... Yo he decidido tomarlo, pero a la próxima me lo pensaré un poco más. Y es que en estas cosas la seriedad es un bien necesario.

Lo mejor del día ha sido saludar a mi anterior coordinadora (lo de jefa es mucho decir... ahora es una más). Cuando alguien se alegra de verte, no hay disimulo posible, se nota en la cara.
Supongo que en la mía también debe haberse notado. Me alegró la tarde.

lunes, noviembre 15, 2004

Agradable reencuentro

La escapada me ha sentado bien, he aparcado algunas telarañas que comenzaban a aparecer por donde más duele. Será que Barcelona tiene poderes mágicos, que sanan a quien se asoma por sus calles. O será simplemente que debo salir más.

Esta semana vuelvo a trabajar. Sólo va a ser una sustitución, pero ya es mejor eso que nada. La parte buena es que así no se me olvidarán las cosas básicas. Lo menos bueno es que no van a estar los compañeros que tenía antes. Y es que puede parecer una tontería, pero se hace mucho más llevadero, sobretodo las horas muertas.

Empezaba a sentir desaprovechado mi tiempo, tomo nota para la semana que viene.

P.D. El concierto fue demasiao, lo pasé realmente bien. Una cosa más que mereció la pena probar.

jueves, noviembre 11, 2004

De viaje

A punto de partir de viaje, con destino a tierras catalanas durante dos días. Entre otras cosas, me espera una locura de concierto: Rammstein.
Con lo que me gusta a mí el basket, quién me iba a decir a mí que la primera vez que iría al Olímpic de Badalona sería para un concierto, jejeje.
Espero disfrutarlo, al igual que el resto del viaje.

martes, noviembre 09, 2004

Derrota y media

Esta mañana, una sonrisa interior daba los buenos días a los ojos mientras se abrían. Fue una de esas noches terapéuticas que realmente dan en la diana, funcionan. Al poco rato, ya apenas recordaba por qué me sentía tan bien, pero no importaba. Lástima que los días que comienzan así lo único que pueden hacer es empeorar, ya me lo decía la experiencia. Y no se equivocaba.

A media tarde me encontraba encerrado en una habitación, buscando la forma de salir. Tan sólo podía mirar al exterior por una ventana que no se abría. Desde la misma ví pasar un águila dirigiéndose sobre su presa, no tuve cuidado y cambió su rumbo para hacerme una visita. Rompió el cristal al aterrizar, dejándome un cariñoso picotazo, mientras a duras penas conseguía escapar por el agujero. Tan sólo podía preguntarme por qué me había elegido a mí como víctima, con la de objetivos distintos sobre los cuales podía haber fijado su aguda vista. Corrí hasta llegar a un río, y decidí tirarme y dejarme llevar por la corriente. Pensé que así conseguiría librarme de ella, y así fue. Debió marchar para alimentar a sus crías.

Pero al rato, mientras secaba mis ropas, y seguramente alertada por el águila, vislumbré a una pantera que se acercaba velozmente por momentos. Dos en el mismo día me pareció excesivo, pero no podía elegir. Me armé de valor y decidí que no me iba a esconder, así que le hice frente. Resultado: un par de heridas superficiales por mordiscos panteriles, aunque ella se llevó la peor parte. Yo no nací para luchar, pero tampoco me gusta esconderme. Luego hizo un par de amagos, pero pronto se cansó de mí, y se marchó. Seguramente no me la volveré a encontrar por un tiempo.

A pesar de todo yo seguiré haciendo caso a la experiencia, que me dice que es mejor no enfrentarse a las fuerzas de la naturaleza. Lástima que los sueños se basen en la realidad, y no al revés. Aunque ahora cabría preguntarse... ¿cuánto de verdad y cuánto de fantasía hay en todo ésto?

lunes, noviembre 08, 2004

Intensas horas

Hay algo a mi alrededor que se empeña en no dejarme caer en los abismos de la tristeza. Sí, esa misma que me invade sin yo darle permiso, la que convierte uno cualquiera de mis días en un hostil trayecto, en un duro, desangelado... trayecto.

Una vida laboral que espera a ser relatada; un mail de llamada a la tierra a contestar; una cena de ex-compañeros por organizar; un disco duro nuevo que debo instalar; un premio por recibir; noticias triunfadoras que llegan del sur; unas fotos y unos dibujos por enviar; un viaje que ya casi acerca el norte a mis ojos; unos cánticos de derrota que fluyen no muy lejos; un pequeño regalo para alguien muy especial...

Fue mi fin de semana.
Y es que aunque yo no quiera verlo, estoy sumido en cien cosas distintas, y no tengo derecho a quejarme de nada. Por eso tengo sobre mí doscientas manos que apenas me dejan encontrar el purgatorio de las bajas pasiones. Tan sólo un suspiro, un fugaz pesar revoloteó sobre mi cabeza, dejándo una lágrima resbalar, recabando dolor y desesperación... al tiempo que recordaba unas líneas dedicadas, un hombro sobre el que apoyarse, un pañuelo donde secar mis maltrechos ojos. Y arropado por las voces del pasado reciente, continué caminando, metiendo ese miedo de nuevo en el cajón.
Sólo falta que a la próxima vez no encuentre la llave que lo haga salir otra vez de ahí.

jueves, noviembre 04, 2004

Siempre se aprende

No por pasar la época de estudiante se deja de aprender cada día que pasa. Incluso de quien menos lo sospecha soy capaz de sacar algún provecho, pues no sólo se aprende cómo hacer las cosas, sino también cómo no se deben hacer. Éstos últimos casos dejan en mí una sensación extraña, por un lado sientes lástima por la persona, pero por otro lado la verdad es que reconforta saber que no caigo en ciertos errores. Ésta es la versión más egoísta del tema, pero es necesaria para subir una autoestima, la mía, acostumbrada a deambular por los bajos fondos.

Mi padre siempre me ha dicho que no le sirve que la mayoría lo haga mal, que no debo compararme con nadie. Con el tiempo he entendido esa postura. Pero para mí es inevitable competir de alguna forma, siempre desde la humildad de quien no se cree más que ningún otro, pero también desde la ambición de quien cree merecer tanto como los demás. Y no tolero bien las desigualdades, pero ése ya sería tema de otro post, que hoy al menos no voy a escribir.

martes, noviembre 02, 2004

¿Vivo?

Y me pregunto, ¿como no iba a olvidarlo? Si albergo un corazón vivo dentro de un cuerpo latente...

No consigo hacerte desaparecer, tu presencia sigue ahí, más viva que antes. Cada día que pasa me haces más daño, me duele tu recuerdo. No dejo de soñar, con cada sueño las noches se hacen largas en mi soledad. Tal vez sea por el aniversario, por ese momento que compartimos, o tal vez simplemente sea que el tiempo sigue transcurriendo sin novedad alguna... Mi vida cada vez está más llena, pero mi corazón sigue vacío... continúa derramando sueños que se vierten sobre los caminos que voy recorriendo, caminos que me llevan y me devuelven al mismo sitio. Y sufro en silencio, porque nadie a mi alrededor puede aliviar mi pesar, nadie traerá consigo ese motivo de sonrisa interior que anhelo disfrutar.

Pero no quiero un ángel caído del cielo, tan sólo otro corazón como el mio. Quizás se encuentre escondido mientras reúne el coraje necesario. O quizás deambula por los parques, rodeado de artificios nocturnos, sin más ambición que dejar pasar el tiempo para así no tener que recordar lo crudo de su existencia. Pero la ocasión no asoma tras la rendija, y soy demasiado cobarde para ir tras ella.